miércoles, 23 de septiembre de 2009

Consultorio médico con el Doctor Gregorio Casa

Buenas a todos. Soy el Doctor Gregorio Casa, y voy a resolver todas vuestras dudas médicas, sean de la índole que sean. Para que todos durmamos tranquilos por las noches sabiendo que esa manchita que nos ha salido... es un cáncer de tres pares de cojones. Voy a poner las primeras preguntas que me han llegado al consultorio.

El otro día practiqué sexo con mi novia, pero como no teníamos condones me puse una bolsa de pipas en el capullo. ¿La habré dejado embarazada?
Joder chaval, para tí la expresión "pasarlo pipa" es eso, ¿no?. Yo te hubiera recomendado mejor una bolsa de Pasarratos, que por lo menos viene mejor al tema. Ya me viene la duda de si usaste la bolsa de pipas peladas o las del piponazo. No sé si la habrás dejado embarazada, pero si lo has hecho ponedle de nombre Grefusito o Grefusita, según el sexo del bebé.

La otra noche me tomé 17 cubatas de Ron y tras hacerlo me sentí un poco indispuesto... como mareado... ¿Por qué será?
Pues no sé... que raro... ¿Cenaste algo en mal estado?

Doctor, mi hijo de 8 años no para de mearse en la cama todas las noches... ¿Qué puedo hacer para que no se mee más en la cama?
Que duerma en el water.

El otro día leí que beber alcohol era malo para la salud... ¿Qué me recomienda Doctor Casa?
Que deje de leer.

Doctor, ¿me puedo bañar con diarrea?
Joder que asco... pero si a usted le gusta...

Me pasa algo muy curioso... cuando me hago una herida o algo, me sale sangre... ¿Por qué será eso Doctor?
Pues a ver si va a ser del riego...

Hola, tengo 16 años y ante todo quiero decir que no soy gay. Pero el otro día durmió en mi casa Pablito y cuando estaba dormido le cogí el pene y se lo chupé. Me gustó mucho, pero en lo mejor se despertó y tuve que parar. ¿Cómo hago para que no se despierte?
En primer lugar, tu no eres gay... tu eres maricón perdío. Lo que te aconsejo es que no invites más a Pablito a dormir, porque le puedes crear un trauma el día de mañana.

Estoy asustada. Me han operado hace poco del corazón y me han puesto un marcapasos, pero creo que se han equivocado y no me han hecho la palanquita para cambiarle las pilas. ¿Cómo me las cambio?
Pruebe a desayunar un par de pilas alcalinas con el café. Su propio cuerpo las llevará hasta el marcapasos.

Me llamo Jenny. El otro día tuve sexo con mi pastor alemán y eyaculó dentro de mi vagina. Tengo un retraso y hace 3 días que no me viene la regla. ¿Estaré embarazada?
Jenny, que tienes un retraso es evidente. No hace falta que me lo confirmes. Te lo diré sin paños calientes... SÍ, estás embarazada. Prepárate a tener 40 cachorritos y a tener que darles de mamar a todos. Te recomiendo que te vayas buscando Iglesia y cura para que te cases con el pastor alemán cuanto antes.

Doctor, me acabo de tomar un chupito de absenta y creo que me ha roto el estómago...
Bueno, mientras no te rompan el culo siéntete afortunado...

Mi novia cuando llega al orgasmo grita mucho, muchísimo... nos oye todo el barrio. ¿Es malo esto?
Lo único malo que veo de que tu novia grite tanto cuando llega al orgasmo sea que la oigas cuando estés en el bar de la esquina. Entonces si que sería malo.

Y esto es todo de momento. Si queréis podéis ponerme alguna duda médica en comentarios y gustosamente os las responderé. Y una última cosa... si cuando abrazas a tu pareja y ésta tiembla... si sientes que sus labios queman como brasas... si su respiración se agita cuando estás cerca... si sus ojos se llenan de un brillo febril... APÁRTATE CORRIENDO! QUE TIENE LA GRIPE A!! Saludos amig@s!

viernes, 18 de septiembre de 2009

Imposible, improbable...

La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene medios ni facultades para llegar a ser, o suceder. Y define a la palabra improbable como algo inverosímil, remoto, difícil o poco probable de que suceda.

Cuando me enfrento a algo que puede ser muy difícil de conseguir, de lograr, de hacer... no pienso que sea imposible... pienso que es improbable. ¿Por qué pienso así?

Improbable
era que David venciera a Goliat de una pedrada. Improbable era que España ganara por 12 a 1 a Malta. Improbable era que Nadal superara a Federer en el Nº1 de la clasificación. Improbable era que Del Potro ganara a Federer tras más de 2100 días invicto en esa pista en EEUU. Improbable era que un hombre pudiera pisar la Luna. Improbable era que un hombre negro fuera presidente de los EEUU. Improbable era que la vida en la Tierra evolucionara hasta llegar a lo que somos hoy. Improbable era que una periodista divorciada pudiera llegar a casarse con un príncipe. Improbable era que el Barcelona ganara el triplete... Todas estas cosas eran improbables... pero sucedieron.

Cuando nos enfrentamos a algo tendemos a tener miedo. Y este miedo es el que nos hace desistir. Tirar la toalla. El miedo es algo que debemos empezar a quitar de nuestras vidas. Librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien. Al principio cuesta, pero una vez empiezas sólo puedes hacer que seguir. Y cuando te das cuenta... el miedo ya no está. Ha desaparecido. Como esa ropa que un día dejas de usar.

Todos tenemos miedos. Unos más y otros menos. Miedo a no ser lo que un día pensamos ser en la vida. Miedo a no gustar. Miedo a sentirnos solos. Miedo a pasarlo mal. Miedo a morir... ¿Y sabéis qué? Yo me río del miedo. Una vida con miedo no merece la pena vivirla. ¿Para qué sirve el miedo? Sólo para no dejarnos hacer cosas. Cosas que deseamos hacer. Pero por miedo no nos atrevemos. Y la mayoría de las veces solemos tirar por el camino más fácil. Ese camino que no te hará feliz. Porque ese camino no es el que realmente queriamos tomar.

Y no lo digo yo sólo... lo ha dicho un tal Punset: "La felicidad... es la ausencia de miedo".

Todos tenemos algo en común. Nuestra vida. Y nadie nos dará otra. Nadie nos dará una segunda oportunidad. Yo vivo el día a día y disfruto todo lo que puedo. Y cuando me enfrento a algo... lo encaro. Lo intento vencer. Con dos cojones. Todos podemos conseguir lo que nos propongamos... pero para ello, todos debemos hacer una cosa antes... dar el primer paso... que es intentarlo. ¿Crees que es imposible lograr lo que te propones? Ya te he dicho cosas poco probables de ocurrir y ocurrieron... ¿Por qué no tú? Tú determinas lo que es posible o no. Imposible es una palabra fuerte utilizada por personas débiles. Todo es esta vida puede pasar... y mientras haya una pequeña posibilidad... una entre 50 mil millones de que pase... merece la pena intentarlo.

Porque imposible es... NADA.

PD: Va por tí Carlitos ;-)

viernes, 11 de septiembre de 2009

Viajar en avión da miedito

Dentro de un mes tendré que coger un avión. Me voy a Francia a pasar 5 días y a conocer entre otros sitios Amsterdam, París o Brujas. Coger un avión siempre suele dar un poco de cague, con eso de que si se cae ye quedas más tieso que un bizcocho caducao (Kike tranquilo que el nuestro no se caerá). Me gustaría comentar cosas que me han pasado en viajes de avión y curiosidades que veo sobre estos aparatos.

No entiendo como en los aviones se pueden perder una maleta. "Ay! que los cabrones me han perdido la maleta" Se puede escuchar en la terminal de muchos aeropuertos. ¿Y como es posible que se pierdan? Por culpa de los cabrones del mostrador. Tú le das tu maleta y ellos la revolean y le ponen una mierda de plastiquito. Que tu la ves irse y dices: "Hasta siempre". Un poco de seguridad hombre.

Luego tienes que pasar por el arco de detección de metales. Sitio en el que puedes ver a hombres con los pantalones bajados, sin cinturón y a un hombre con guantes manoseándolos. Por un momento crees estar en una película porno gay, pero no. Aquí se produce la primera comprobación de DNI. Te lo piden para saber si eres tú. Tú encantado se lo muestras y pasas a la zona de embarque. Aquí también suelen retirarte según qué objetos. Como desodorantes, cortauñas, biberones, botellas de agua... cosas que según ellos son "peligrosas" para un avión. Si claro... con un biberón y un cortauñas monto una bomba que ni McGiver.

Pasas a embarcar (no sé por qué se le dice embarcar a subir a un avión, pero bueno...) y te vuelven a pedir el DNI. Que tú dices: "Que soy el mismo de antes ¿eh?, ¿Tanto he cambiado?". Vaya tela si son desconfiados en las compañías aereas. Subes al avión y justo en la puerta están las azafatas con una sonrisa impresionante en la cara. Que tú te preguntas... ¿De qué coño se ríen tanto? Y te dicen amablemente: "Buenas tardes". Y mientras avanzas por el avión sigues escuchando atrás: "Buenas tardes.... buenas tardes...". Joder, en el avión somos 150, para mi que al último le dicen ya: "Pasa rápido coño!!".

Luego te sientas y empiezas a observar a tu alrededor. Ver quien está cerca tuya. Si ves a un moro con barba ya te preocupas. Pero de momento bien. Mi primer vuelo fue un Jerez-Madrid y estaba nerviosísimo. A mi lado se sentó un hombre mayor, de unos 60 años. Yo estaba temblando de los nervios y el hombre se percató y me dijo:
- Qué... ¿nervioso?
- Sí, bastante...
- ¿Qué es tu primera vez?
- No, ya he estao más veces nervioso...

El hombre era de estos típicos que cuentan cosas malas. Me contó que su hermano murió en un accidente de avión porque una gaviota se metió en el motor y se cayó el avión. Joder!! ¿Y para qué coño invertimos en misiles para luchar en las guerras? Que suelten bandadas de estorninos y que se caigan solos, ¿no?. Además de ser más baratos no los detectan los radares enemigos. ¿Cómo no lo han pensado las potencias mundiales?

Luego las azafatas empezaron a hacer esos gestitos explicando qué hacer en caso de que el avión se esté cayendo. Yo estaba ahí intentando quedarme con todo, apuntándolo incluso en un papel, y veo a la gente a su puta bola. Uno leyendo el Marca. El otro metiéndose el dedo en la nariz. Que yo me preguntaba: "¿Que os lo sabéis de memoria o qué?". Yo creo que la gente dirá: "Paso de ti, ya te preguntaré cuando se esté cayendo el avión". En una de las explicaciones, la azafata dijo que en caso de que el avión cayera al mar, debajo del asiento teníamos los chalecos salvavidas. ¿Caer el mar? ¿De Jerez a Madrid qué mar hay? Como no cayese en el Guadalquivir... Claro, me exalté y comencé a correr por el pasillo creyendo que me había equivocado de avión y que me iba a Nueva York. Una de las azafatas me dio un valium.

A continuación te habla el comandante. En mi primer vuelo (verídico) dijo lo siguiente: "Buenas tardes a todos, les habla el comandante Bustamante", con la consiguiente risa jocosa del pasaje allí presente. "Cántate algo comandante" gritó alguno por detrás. Yo estaba tan nervioso que no atinaba ni a escuchar. De hecho, cuando el comandante dijo: "Vamos a Madrid", yo con los nervios entendí: "Vamos a morir". Empecé a correr por el pasillo de nuevo gritando: "Socorro!! Vamos a morir todos!!". Otro valium para el cuerpo.

Una vez en el aire todo está tranquilo. Yo, entre los nervios que pasé y los valiums se me secó un poco la boca. Así que miré las listas de precios. Anonadado, asombrado, perplejo, compungido, con la boca abierta me quedé al ver semejantes precios. 5 euros una lata de Coca-cola!!! Claro, como ahí no puedes ir a otro sitio... Accedí y me pedí una latita. Cuando me la dan... la lata era mini-lata. La mitad de una lata normal, para que nos entendamos. Que le dije a la azafata: "Perdone, que se ha equivocao. Que me ha traído la lata de la enana de Gran Hermano".

Dolido aún por la clavada. Los nervios se me fueron al estómago. Necesitaba ir al baño. Entré e hice... cómo decirlo... defecar, obrar, plantar un pino, liberar a Willy, parir un negrito, practicar un exorcismo (sal de mi! sal de mi!), despedir al ministro del interior, darle gusto al caldo Roca, hacer conguitos naturales, reiniciar Windows, rescindir el contrato de Kaká... CAGAR para el que aún no lo haya pillado. Cuando terminé, me levanté y fui a tirar de la cadena pero justo con el dedo en el botón, me vino a la mente: "Estamos en el aire... ¿Dónde coño va la mierda aquí?". Me imaginé un boquete detrás de la cola del avión por el que salía la mierda. Me dio miedo de si aquello le fuera a caer a alguien en tierra y no tiré de la cadena.

Volví a mi asiento y el señor mayor estaba dormido. Roncando como una perra. Entre la estrechez del asiento. Los nervios. El viejo dormido. Los ronquidos. Estaba más perdido que Dinio en Pasapalabra. A todo esto, se me acerca una de las azafatas.
- Perdone... usted ha entrado hace poco al baño, ¿verdad?
- Emmm... sí...
- Y usted ha hecho de vientre, ¿cierto?
- ... (silencio) ... yo lo que he hecho es cagar, no sé...
- Sí eso... y no ha tirado de la cadena, ¿no?
- No... eso no...
- Pues que sepa usted que de eso que ha hecho usted dentro... ¡¡VOY A DAR PARTE AL COMANDANTE!!
- ¡Pues por mi como si se la das entera!

Y es que viajar en avión es, entre otras muchas cosas, entretenido. Y si alguna vez cogéis uno y os dicen que viajar en avión es el medio más seguro... miradle a los ojos y decidle: "Y UNA MIERDA!!"

viernes, 4 de septiembre de 2009

A tomar por artículo (IV)

Buenas a todos!! Después de las vacaciones aquí vuelvo yo, Joselito_Ristito para dar vida a este blog que sin mí sería como un jardín sin flores, como una playa sin arena, como Nacho Vidal si su nabo, como Falete sin su barriga... osea, nada.

Vengo a hablaros de las cosas que he vivido este verano. Un verano marcado por la crisis. Donde las playas estaban más vacias que de costumbre. Donde no había apenas arena, ni agua... ni pescaitos. Y es que me han pasado muchas cosas dignas de ser contadas.

He estado visitando la costa levantina en julio y he podido ver la cantidad de mierda que tienen las playas, sobre todo la de la Barceloneta. Si hay alguien de por allí que me esté leyendo sabrá lo que le digo. Me avisaron que la playa de la Barceloneta tenía mierda, pero no imaginé que tanta. Me ligué a una chati sueca que por tetas tenía dos balones de futbol y me la llevé a la playa a... hacer castillitos de arena. Dormimos en una hamaquita y por la mañana recién amaneciendo me quise dar un bañito. Cuando yo vi aquella orilla... gasas, compresas, condones, tampax, parches, jeringuillas... eso no era una orilla, era una farmacia. ¿Pero como puede ser la gente tan guarra en la playa? Y no me refiero a lo que le hice a la sueca por la noche, no... me refiero a tirar la basura. Coño! que para eso hay papeleras. Menos mal que el condón que pisé en la orilla era el mío que si no... menudo asco.

En el Caribe, donde también estuve, conocí a un español que estaba allí porque estaba estudiando la ciudad. Yo creo que estaba estudiando más a las mulatas que a la ciudad. Pero me contó que tenía un problema. Era eyaculador precoz. En cuanto la metía ahí... aquél hombre se iba, y no de la habitación precisamente. Yo le llamaba el hombre-telefonillo. Porque para él, el sexo era como hablar por el telefonillo...
- Abre
- ¿Ya?
- Si... ya.

En este punto os preguntaréis que como es posible que con toda la crisis que hay yo no haya parado de viajar. Que si España, que si Caribe... es porque me he buscado trabajos de verano. He trabajado de infinidad de cosas para buscar pasta para mi siguiente viaje. En el Caribe conseguí un trabajo, pero lo rechacé. Era un sitio donde se trabajaba con mucha presión y yo con tanta presión no puedo trabajar. ¿Que de qué era el trabajo? De buzo...

Estuve trabajando de recepcionista de un Hotel de 5 estrellas en Marbella, y conseguí odiar a todo aquél que llamaba por teléfono. ¿Por qué es tan desconfiada la gente cuando llama por teléfono? Hay gente que practica la regla de los 3 NO. Esto es...
- Hola, ¿está Paco?
- No
- ¿No?
-... NO
¿Qué coño esperas que responda? "Que siiiiiiiiii!!! que me estaba quedando contigo que si que está!" ¿A que muchos de vosotros también ha dicho alguna vez la regla de los 3 NO? Pues ya sabéis lo que no tenéis que hacer cuando llaméis por teléfono.

Estuve también de camping en Conil con unos colegas donde me lo pasé de muerte. Me pasó algo muy curioso en el supermercado de allí y es que necesitábamos sal para cocinar, así que me fui a la tienda. La chica que despachaba estaba... tremenda no, lo siguiente. Tenía unos pezones marcados en los que se podían colgar abrigos de pana mojaos. Pezones que podían rayar cristales... increíble. Con voz entrecortada, le pedí medio kilo de sal menuda. La chica cogió el saco de la sal, y con la pala empezó a ponerla en la bolsita para mi. Cada vez que metía la pala en el saco, sus dos pechos chocaban el uno contra el otro. Era hipnotizante. Madre mía, que malo me estaba poniendo... y ella venga a meter la pala y venga a chocar los pechos. Hasta que le dije:
- Oye... que me la estás poniendo gorda...
- No... si te la estoy poniendo menuda...
- Eso... QUE MENUDA ME LA ESTÁS PONIENDO!!!

Ay! los amores de verano. ¿Quién no ha tenido un amor de verano? Ese típico romance que tienes en la playa y que luego cuando vuelves a tu rutina no dejas de acordarte de él o ella. Yo también he tenido uno este verano. Conocí a dos gemelas, Laura y Clara. Tenían un apartamentito en Zahara. Yo me ligué a Laura. Madre mía menuda mujer. En uno de los momentos que Clara se fue, aprovechamos... me sentó en el sofá y empezó a hacerme una... como decirlo... manola, gallola, cambiar el agua a las aceitunas, menear la salchicha, ordeñar el cabezón de leche, jugar con el power ranger rosa, sube y baja el periscopio o el paraguas, Coca-cola Coca-cola Kas Kas Kas Schweppes, fabricar gomina natural, intentar sacar el Excalibur de la roca (sin éxito), hacer vomitar al cíclope tuerto y calvo... un PAJOTE para el que no lo haya pillado aún. Pues ahí estaba yo... sentadito disfrutando sin rechistar. Hasta que Laura vió por la ventana como su hermana Clara venía hacia la casa y me dijo...
- Ristito, que viene Clara!!!
- Pues tu sigue dándole que ya verás como viene espesa!!!!

Bueno amig@s. Se acabaron las vacaciones. Todos a volver a nuestras obligaciones. Con más o menos ganas, pero a volver. No tengáis mucho síndrome post-vacacional y no os olvidéis de vuestro amor de verano... porque lo bueno nunca acaba si hay algo que te lo recuerda. Un saludo y hasta la próxima... o no.