jueves, 12 de febrero de 2009

La vida...

La vida… nos la dieron sin que nosotros la aceptáramos. “Algo” o “alguien” nos puso cierto día de cierto año aquí, donde estamos ahora… sin que pudiéramos decidir dónde y cuándo nacer. A veces ni siquiera pensamos en ella, en que somos más afortunados de lo que nos creemos… porque es muy valiosa, tanto… que solo existe una, y para cuando quieras darte cuenta… estás a un paso de dejarla atrás, arrugado por el paso de los años y asombrado por lo rápido que sucedió todo.

Cuántas veces hemos dicho aquello de… ¡que rápido pasa el tiempo! ¿Verdad? Conforme pasan los años nuestra principal preocupación va cambiando. Cuando eres apenas un bebé tu mayor preocupación no es más que chuparte el mayor número posible de veces el dedo gordo del pie. Cuando tienes 10 años es el marcar el mayor número de goles posible en el recreo o peinar bien a tus muñecas. Cuando tienes 15 es que tus padres te dejen salir más de las 12, y cuando tienes 18… ay amigo, aquí empiezan realmente los problemas.

A partir de esta edad empezarás a pensar más que nunca en el amor, y supongo que será el instinto el que nos lo pide. Pero el amor es el principio y final de nuestros problemas, porque somos seres incompletos, y aunque llegamos solos a este mundo, fuimos concebidos por amor… por amor de dos personas… es por eso que necesitamos de alguien que nos complemente, que nos ayude… que esté a nuestro lado.

Pero el amor le falta algo para ser perfecto… no tiene fecha de caducidad. Como los yogures. Todo sería más fácil, así no perderíamos el tiempo en sentir celos, en pedir explicaciones, en comernos la cabeza pensando si será o no será la persona de tu vida, en discusiones… dedicaríamos todo el tiempo en aprovechar hasta el último segundo para sacarle todo el jugo posible. El sentirnos querido es esencial para nosotros, porque no nos equivoquemos, aunque digamos a veces que no queremos tener pareja… el estar de picaflor aquí y allá no tiene ni punto de comparación con un desayuno… un atardecer… un viaje… una sonrisa… unos ojos… que le da sentido y valor al amor… y a la vida. Pero al amor de verdad, no al que creemos que lo es sin serlo… porque decir te quiero es muy fácil… pero a la hora de la verdad, pocos… muy pocos darían la vida por amor.

Pero bueno, ¿quién sabe?, quizás lo bueno de no tener fecha de caducidad es lo que nos permite mantener la ilusión… seguir soñando de que ese yogur que tienes en tu nevera… esta vez SÍ pueda conservarse para siempre.

7 comentarios:

  1. me da que eres un romantico ehhh!!

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  2. Jose cómo me emocionó esta entrada!! Desde luego hay que ver!! Yo creo que lo que tenga que llegar llegará, tarde o temprano, llegará... por eso, lo de que a veces no sabemos si es el amor de nuestra vida, es cierto... y es que en ocasiones nos paramos a reflexionar sobre dejarlo marchar... o no... porque, ¿Y si dejas marchar a esa persona que verdaderamente es para uno? Bueno, si realmente fuera para uno, no tendríamos tantísimas dudas... sino que nos sentiríamos seguros...
    Sonia.

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  3. Yo sé por qué lo dices Sonia! jejejej. Hay una frase que resume muy bien eso que has dicho, y es: "Deja ir a alguien, si vuelve, es porque era tuyo, si no lo hace, es porque nunca lo fue". Si estáis destinados... lo estaréis.

    Me alegro mucho que te gustara. También tiene su tiempecito =P Qué recuerdos del principio del blog! jejeje. Besitos Sonia!^^

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  4. Síii!! esa frase la conozco muy bien, ya hace mucho tiempo, y tiene mucha razón... Besitooss!

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  5. Aquí te copio y pego algo que escribió un amigo mío sobre el amor...
    El primer amor es el amor inocente, el de las promesas, el de la perfección, el del miedo, el del Homo Sapiens, el amor que produce risa después de que ha pasado el tiempo suficiente para comprender que es más humano y menos dramático el segundo amor. Con el primer amor es imposible pensar en un segundo amor, es para siempre. Luego sabemos que no es para siempre, que no se cumple casi nada de lo que se prometió y aparece el segundo amor, un amor basado en la experiencia del primero, en los errores, ya no hay tanto drama, es más controlado, más consciente, más lúcido.

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  6. Joe Bea que bonito! donde lo ha escrito? Tiene blog?

    La verdad que el primer amor es el más bonito... el de la inexperiencia, el de los errores, el de la ilusión. Ains! mira por donde me he inspirao para escribir algo! jajajaja. A ver si me pongo y le escribo algo al primer amor.

    Mi primer amor me dijo que el 2º es el que era para toda la vida pq enmiendas todos los errores que cometiste, yo era su 2º amor y ella mi 1º, al final lo dejamos y ella está de lujo con su 3º y yo acabé fatal con mi 2º. Y habrá quien vaya por el 5º o 6º y seguirá igual xDD pero eso sí... el que más se recuerda... el 1º =)

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